Los aceites usados se definen como todos los aceites minerales o sintéticos, industriales o de lubricación, que hayan dejado de ser aptos para el uso originalmente previsto. Estos aceites usados se generan periódicamente en las actividades de mantenimiento: talleres de reparación de automóviles, todo tipo de industrias, puertos pesqueros y deportivos, etc.
El combustible obtenido tras el tratamiento de los aceites usados, es lo que se considera aceite usado procesado.
La nueva Orden ministerial, Orden APM/205/2018, establece los siguientes criterios para determinar cuándo este combustible recuperado deja de ser residuo y puede ser comercializado como combustible producto:
1. Los aceites usados objeto de tratamiento deben ser exclusivamente los incluidos en la lista de la sección 1 del anexo I.
2. Los aceites usados han de haber recibido los tratamientos establecidos en la sección 2 del anexo I.
3. El aceite usado procesado cumple los requisitos establecidos en la sección 3 del anexo I.
4. El productor ha:
- Emitido con cada envío de aceite usado procesado para su uso como combustible una Declaración de conformidad (Modelo del Anexo II), que transmitirá al siguiente poseedor del envío y podrá presentarse en formato electrónico.
- Aplicado un sistema de gestión de calidad verificado externamente, como la norma ISO 9001 vigente u otra similar.
Si se cumplen los requisitos relacionados, el aceite usado procesado dejará de ser residuo cuando se transfiera del productor a otro poseedor para su uso como combustible, siendo de obligado cumplimiento, cuando se quiera comercializar el aceite usado tratado como producto.
Para más información, consulte la Orden APM/205/2018, de 22 de febrero, por la que se establecen los criterios para determinar cuándo el aceite usado procesado procedente del tratamiento de aceites usados para su uso como combustible deja de ser residuo con arreglo a la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados
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